“El sector avícola está sufriendo una gran arremetida de parte del contrabando, con el ingreso de pollito BB y de pollo terminado desde Perú y Argentina”, así denunció en conferencia de prensa esta mañana el presidente de la Asociación de Avicultores de Santa Cruz (ADA), Omar Castro.
Recalcó que estos productos que ingresan al país de contrabando no cuentan con el Registro Sanitario del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), e incumplen la normativa sanitaria vigente. “Esta situación es altamente preocupante ya que atenta directamente contra el estatus sanitario del país, echando por la borda el avance logrado hasta ahora dentro del programa de control y erradicación de Newcastle, con miras a la exportación”, argumentó Castro.
El contrabando de productos avícolas está ocasionando un gran daño económico al productor primario ya que el precio del pollo es muy sensible a variaciones que sufra cualquiera de los eslabones de la cadena avícola. “A este ritmo, terminaremos viendo el cierre de cientos de unidades productivas, y las primeras en llegar a esta situación serán las más pequeñas, eso implica que miles de personas que se dedican de forma directa a la producción avícola se queden sin su fuente de subsistencia”, puntualizó el titular de ADA.
Los avicultores hicieron un llamado a las autoridades para luchar de manera frontal contra este delito, a través de operativos reales y sanciones ejemplares para evitar que esta práctica ilegal siga causando tanto daño a este sector que trabaja arduamente para garantizar la seguridad alimentaria del país.
Pidieron que la Aduana Nacional y el COA (Control Operativo Aduanero) cumplan con sus funciones en la frontera, refuercen y redoblen su trabajo, y que el Senasag actúe inmediatamente dentro del país, decomisando y eliminando el pollito BB de contrabando alojado en las granjas, así como también el pollo terminado que se encuentre en los mercados.
Por su parte, el vicepresidente de ADA, Óscar Daza, afirmó que el contrabando no solo genera grandes pérdidas económicas al Estado, sino que genera una competencia desleal para los avicultores, pues estos productos ingresan con bajo precio debido a que no pagan impuestos. Además, dijo que esta práctica ilegal mata los empleos formarles del país y desincentiva la producción nacional.
“Además de competir con los productos de contrabando, venimos produciendo con freno de mano porque tenemos restricciones para las exportaciones y no tenemos acceso a la biotecnología, sin embargo, todos estos productos que ingresan de contrabando son de países que hace muchos años vienen empleando la biotecnología”, subrayó Daza.
Aporte del sector a la economía del país
El sector avícola aporta más de 1.000 millones de dólares y representa el 3% del Producto Interno Bruto Nacional (PIB); produce más de 800.000 toneladas de alimento, entre carne de pollo y huevo, y genera a nivel nacional más de 180.000 empleos directos e indirectos. ADA Santa Cruz representa el 45% de la producción de pollo parrillero a nivel nacional y el 70% a nivel departamental.
El consumo interno de carne de pollo y huevo se encuentra en franco crecimiento y esto se debe principalmente a que son las proteínas animales de menor costo con relación a otras. Dada la situación económica que atraviesa el país debido a la pandemia del Covid – 19, estos alimentos se convierten en aliados para las familias bolivianas.
El consumo per cápita anual de carne de pollo es de 43 kilogramos, uno de los más altos de Latinoamérica, mientras que la ingesta de huevo por persona al año no alcanza ni la media latinoamericana (280) y más bien se encuentra entre los más bajos: 183 huevos per cápita.